Desde que los humanos tenemos relaciones sexuales, los afrodisíacos han sido populares. La palabra afrodisíaco se acuñó en honor a Afrodita, la diosa griega del amor, el deseo y la belleza, y ha sido utilizada por muchas culturas desde la antigüedad.
En el mundo antiguo, la fertilidad humana era una cuestión moral y religiosa importante y se buscaban afrodisíacos para asegurar la potencia tanto masculina como femenina. Los alimentos no siempre estaban disponibles y la desnutrición podía provocar pérdida de la libido y reducir las tasas de fertilidad. Existía la creencia de que los alimentos con formas parecidas a los genitales se consideraban estimulantes y ayudaban a mantener el cuerpo en mejores condiciones de funcionamiento.
La asociación entre comida y erotismo es importante, pero ¿sabemos qué alimentos tienen más cualidades afrodisíacas que otros, cuáles tienen mayor fama de potencia y fertilidad? ¿Y alguno de ellos realmente funciona?
El afrodisíaco más popular es la ostra, que se hizo famosa gracias al legendario amante Casanova del siglo XVIII, quien se supone que comía 50 ostras todos los días en el desayuno. Las ostras parecen genitales femeninos y tienen un alto contenido de zinc, un nutriente que faltaba en la dieta de la gente de aquella época. Se dice que las ostras aumentan los niveles de testosterona en los hombres y también contienen niveles de dopamina, un neurotransmisor que estimula la excitación sexual.
Un equipo de investigadores estadounidenses e italianos analizó un grupo de mariscos que incluían ostras y descubrió que eran ricos en aminoácidos raros que desencadenan niveles elevados de hormonas sexuales. Este vínculo fue anunciado en 2005 en una reunión de la Sociedad Química Estadounidense por el profesor George Fisher en la Universidad Barry de Miami y generó mucho interés porque podría haber sido la primera evidencia científica real.
Balut, un manjar filipino, es un embrión de pato hervido que se come directamente de la cáscara del huevo, con plumas y todo. Se cree que este refrigerio rico en proteínas estimula el deseo.
Durián. Se dice que esta fruta picante tiene un fuerte poder afrodisíaco. Un dicho indonesio es "los durián caen y los pareos suben".
El vino de serpiente y el vino de escorpión son populares en Vietnam y China, donde se los considera Viagra natural. En general, se cree que los productos de serpientes aumentan el deseo sexual.
El ginseng es una raíz herbaria preciada con múltiples beneficios medicinales, incluido el poder de estimular la libido tanto en hombres como en mujeres.
El extracto de Ginkgo biloba mejora el flujo arterial a través de las partes importantes.
Tongkat Ali es un pequeño árbol de hoja perenne que se encuentra en el sudeste asiático. Sus raíces de sabor amargo se utilizan con fines medicinales y se han descrito como "el Viagra de cosecha propia de Malasia" debido a su capacidad para aumentar la virilidad masculina.
Kacip Fatimah es una planta originaria de Malasia y se utiliza como suplemento herbario tradicional para mejorar la vitalidad y virilidad de las mujeres. Las hojas generalmente se beben en forma de té o la planta se puede moler hasta convertirla en polvo para usar en cápsulas o pastillas.
En la antigua India, los jóvenes comían testículos de cabra hervidos en leche para que actuaran como afrodisíaco. En algunas partes de Asia, la sangre fresca de serpiente o de murciélago es popular, al igual que los ciervos, los penes de tigre, las aletas de tiburón y el cuerno molido de rinoceronte, lo que pone a algunos de estos animales en riesgo de extinción.
Según un artículo del New York Times de 2014, los chinos están comprando la oferta mundial de maca, una raíz exótica cultivada en los Andes que es muy popular en China por sus efectos afrodisíacos. Los peruanos temen estar perdiendo el control de su valioso cultivo de maca y pronto no podrán permitirse el lujo de alimentarse con sus alimentos ancestrales.
Durante siglos, los higos fueron considerados una de las frutas más deliciosas, porque cuando se parten por la mitad, la pulpa rosada se asemeja a la vulva de una mujer. El autor DH Lawrence dedicó un poema llamado Higos a su sensualidad. El actor Tom O'Bedlam lee una preciosa versión que puedes encontrar en YouTube.
La forma fálica de los plátanos los hace muy sugerentes; Fueron los primeros frutos cultivados en la India. Su reputación sexy se extendió a muchas otras culturas y, según algunas historias islámicas, el plátano, no la manzana, era la fruta prohibida en el Jardín del Edén. Los plátanos están llenos de potasio y vitamina B12 para elevar los niveles de energía y también contienen bromelina, una enzima que se supone que activa la producción de testosterona.
Los aguacates contienen carotenoides, potasio, vitaminaB6 y vitamina E, que potencialmente pueden aumentar el estado de excitación. Tienen un alto contenido de minerales y contienen un poderoso antioxidante conocido como glutatión, y son bajos en grasas saturadas, lo que los hace buenos para el corazón y las arterias.
Según la mitología griega, el primer granado fue plantado por Afrodita, y al abrirse rebosaba semillas de color rojo rubí; el fruto se ha asociado durante mucho tiempo con la reproducción y la fertilidad. Los estudios han demostrado que los antioxidantes de la granada aumentan el flujo sanguíneo y los niveles de testosterona. Los aztecas llamaban al chocolate el "alimento de los dioses". El chocolate negro contiene feniletilamina y serotonina, una sustancia química cerebral que mejora el estado de ánimo, que actúan en el área del placer del cerebro para brindar una sensación de felicidad y positividad. Y en la época isabelina, las ciruelas pasas eran tan consideradas afrodisíacas que se servían gratis en los burdeles.
Los aromas también son un elemento clave para la excitación. Nuestro sentido del olfato está directamente relacionado con la parte de nuestro cerebro vinculada a la memoria y las emociones y puede ser más sensible que nuestro sentido del gusto. Se sabe que los aromas de la pimienta de cayena, el jengibre y el ajo estimulan los centros de excitación del cerebro y pueden afectar la libido al aumentar el flujo sanguíneo al cerebro y a los órganos sexuales.
Para las mujeres, el perejil, y especialmente las trufas, tienen aromas muy parecidos al androstenol, una feromona responsable del olor corporal a veces almizclado de los hombres, que se sabe que influye en la excitación femenina.
También se sabe que los aromas de jengibre, pimienta de cayena y ajo estimulan los centros de excitación del cerebro. Pero más allá de las historias, sugerencias e implicaciones extraídas de la composición de los diferentes alimentos, la evidencia científica sigue siendo débil.